Parientes, amigos y vecinos se reúnen para conmemorar la vida y la muerte de un ser querido. Muchos vuelven a encontrarse de nuevo. Se comparten los recuerdos; unos tristes, otros alegres. Pero más que nada, prevalence el amor.
Sus ofrendas conmemorativas, adoptan un sinnúmero de formas. Sus pensamientos fervorosos y su presencia brindan amor, apoyo, amparo y esperanza a la familia desconsolada.